El Cinvestav (www.cinvestav.mx)
El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (CINVESTAV), es un organismo de interés público, con personalidad jurídica y patrimonios propios, creado por Decreto Presidencial en 1961. La institución está dedicada al desarrollo de la ciencia y la tecnología, así como a la enseñanza en el nivel de posgrado en cuatro áreas: ciencias exactas, ciencias biológicas y de la salud, ingeniería y tecnología, y ciencias sociales.
Su espíritu de trabajo gira alrededor de núcleos de investigadores creativos, bien establecidos, que desempeñan el papel de generadores de recursos humanos de alto nivel para la investigación, la industria y la docencia. La planta de profesores-investigadores es de tiempo completo y exclusivo, y se somete cada año a una evaluación rigurosa, que permite mantener una institución de excelencia y en razonable crecimiento.
Se ha cuidado y mantenido como norma que el inicio de cualquier programa de posgrado esté precedido por la consolidación de un grupo de especialistas. Sin duda uno de los aspectos más interesantes es que tanto profesores-investigadores como alumnos se hallan inmersos en investigación original que desemboca en una tesis y en artículos para revistas de reconocimiento internacional. Por esta razón, todos los posgrados del CINVESTAV han sido calificados por el CONACYT como programas de excelencia.
Luego de 30 años de actividad, los egresados del Cinvestav se hallan a la vanguardia de nuevos grupos de investigación en las Universidades e Institutos de toda la república, así como en las mejores instituciones cientifícas de Norteamérica y Europa.
En la actualidad el Cinvestav cuenta con los siguientes Departamentos Académicos:
El Departamento de Fisiología,
Biofísica y Neurociencias.
El actual Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav
es producto de la unión del Departamento de Fisiología y Biofísica con el
de Neurociencias aprobada por la Junta de Gobierno el 27 de junio de 1985.
Sin embargo, su existencia se remonta a los orígenes del Centro, cuando, junto
con Matemáticas, Física e Ingeniería, el Departamento de Fisiología fue de
los primeros cuatro que, en 1961, conformaron a la entonces nueva institución.
Durante cuarenta años de vida, este departamento ha mantenido una actividad
constante y tiene un prestigio bien sustentado dentro del ámbito científico
nacional e internacional; además, de los departamentos del Cinvestav es el
que ha tenido más reconocimientos y apoyo de organismos externos. Un balance
general de lo logrado en este tiempo arroja los siguientes resultados: 245
alumnos graduados (140 de maestría y 108 de doctorado), 272 tesis dirigidas,
190 artículos de investigación publicados en revistas nacionales y 831 en
revistas internacionales con arbitraje estricto, 75 capítulos en libros publicados
en el extranjero, 210 capítulos en libros nacionales, cinco libros completos
publicados fuera del país, catorce libros nacionales, y miles de citas bibliográficas
en el ámbito internacional a los trabajos de investigación realizados por
sus integrantes. Sus investigadores participan en sociedades científicas y
grupos de expertos; son asesores de fundaciones, miembros de comités editoriales
de revistas prestigiadas e imparten seminarios y conferencias tanto en México
como en el extranjero. En la actualidad, su planta docente está compuesta
por 31 profesores y hay 38 alumnos inscritos en el programa de doctorado y
11 en el de maestría. La rigurosa selección de estudiantes ha permitido producir
científicos preocupados por la calidad de sus investigaciones. En el departamento
existe un ambiente de cordialidad y entrega colectiva al desempeño de las
labores. La devoción por el trabajo constituye una especie de sello de identidad
que se contagia a los estudiantes. Esto explica por qué, con el paso del tiempo,
el departamento se mantiene en una situación competitiva. DEPARTAMENTO DE
FISIOLOGÍA Y BIOFÍSICA.
La fundación del Departamento de Fisiología del Cinvestav se dio en un marco
promisorio para la investigación en este campo, en una época en que nuevos
descubrimientos en el plano internacional empezaban a aparecer en la ciencia,
a la par de nuevas técnicas metodológicas que abrían muchas posibilidades
de estudio.
A principios de la década de los cincuenta del siglo XX, en el ámbito mundial
se iniciaba la época moderna de la neurofisiología. John Eccles, quien en
1963 obtuvo el Premio Nobel de Medicina, logró, en 1952, analizar por primera
vez las respuestas de una célula individual. A finales de la década, se presentó
un gran cambio tecnológico, con el surgimiento de técnicas de investigación
novedosas gracias al desarrollo de la electrónica, entre ellas, el microelectrodo,
que permitió estudiar las respuestas de las neuronas a diversos tipos de estímulos.
En 1957, se presentó un descubrimiento que abriría nuevas puertas a la investigación
fisiológica: la inhibición presináptica por parte de Kark Frank y Michael
Fuortes. En ese entonces, dos posiciones contrapuestas alimentaron un debate
en torno a la caracterización del sistema nervioso: por un lado, la hipótesis
que señalaba que los impulsos nerviosos viajan a través de las fibras sensoriales
y, cuando llegan a las terminales, se libera una sustancia química; por otro,
la que sostenía que la transmisión de la información era eléctrica.
En América Latina, desde 1940 se habían ido formando grupos de investigadores
de primera línea que tenían vínculos internacionales y que realizaban una
interesante labor científica, muchos de ellos con influencia de fisiólogos
norteamericanos como Walter B. Cannon y J. Wiggers. En Argentina se encontraba
Bernardo Houssay; en Brasil, Alvaro y Miguel Osorio de Almeida; en Chile,
E. Cruz Coke, F. Hoffmann, A. Lipschutz y J.P. Suñer; en Perú, Carlos Monge
Medrano. A finales de 1950, se publicó en Buenos Aires el primer número de
la revista Acta Fisiológica Latinoamericana y en 1956 se constituyó la Sociedad
Latinoamericana de Ciencias Biológicas.
Aunque la investigación científica en México era escasa, desde mediados de
los años cuarenta la fisiología empezaba a cimentarse, a producir investigaciones
originales y a generar una tradición que llevó a la fundación de la Sociedad
Mexicana de Ciencias Fisiológicas, cuyo primer congreso se realizó en 1957.
Existían pocos grupos dedicados a la investigación en este campo, pero en
pocos años su labor y su interés en diversos aspectos de la ciencia los llevarían
a fundar escuelas e instituciones dedicadas a la investigación. Entre ellos,
el más numeroso se encontraba en el Instituto Nacional de Cardiología (creado
por Ignacio Chávez), específicamente en el Departamento de Fisiología y Farmacología,
presidido por Arturo Rosenblueth, y compuesto por Juan García Ramos, Enrique
López Mendoza, Hugo González Serratos, Rafael Méndez, José Pisanty, Jesús
Alanís, Ricardo Miledi, David Erlij, Pablo Rudomín, Joaquín Remolina, Guillermo
Pilar, Rafael Rubio y Ramón Álvarez Buylla.
Además, aunque no contaba con departamento de fisiología, en la Escuela Nacional
de Ciencias Biológicas del IPN trabajaban dos destacados investigadores: Álvarez
Buylla y José Joaquín Izquierdo, quien también era jefe de cátedra en la Facultad
de Medicina de la UNAM. En medicina existía un grupo muy sólido en el Instituto
de Investigaciones Biomédicas, al frente del cual se encontraba Efrén del
Pozo, quien también trabajó en el Instituto de Enfermedades Tropicales y en
cierta época había interactuado con Rosenblueth en Harvard. Asimismo, el hoy
desaparecido Instituto Nacional de Neumología, en el Hospital Manuel Gea González,
entonces dirigido por el doctor José Luis Gómez Pimienta, contaba con un departamento
en este campo, donde también trabajó Ramón Álvarez Buylla.
Para 1961, fecha de la fundación del Centro de Investigación y de Estudios
Avanzados del IPN, la fisiología se mostraba como una disciplina en expansión,
que ya aportaba trabajos originales y de trascendencia. Uno de los principales
protagonistas del entonces naciente movimiento científico mexicano, Arturo
Rosenblueth, encargado de fundar y dirigir el Centro, se abocó a la tarea
de establecer también el Departamento de Fisiología, dada la naturaleza de
sus intereses y su dedicación a esta rama de la medicina.
La historia del Departamento de Fisiología ha mantenido una continuidad que,
con el paso de los años, se manifiesta en un desarrollo constante. Los distintos
periodos por los que ha atravesado corresponden a la manera interna de organización,
más que a las líneas generales que ha seguido la historia del Cinvestav, aunque
en ciertos momentos se entrecruzan. No obstante, quienes han ocupado la jefatura
del departamento le han dado ciertas características que se desarrollan a
continuación.
Dr. Arturo Rosenblueth Dr. Juan García Ramos Dr. Jorge Aceves Ruíz El Departamento de Neurociencias Dr. Hugo Aréchiga Dr. Fidel Ramón Dr. Pablo Rudomín Dr. Gabriel Cota Dr. Daniel Martínez Fong Principales aportes Distinciones Sociedades y Revistas Perspectivas |
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